El poder de los Pensamientos

El poder de los pensamientos es una de las herramientas básicas a la hora de controlar aspectos de la vida incontrolables que no sabemos resolver. El poder de los pensamientos nos ayuda a tomar el control o las riendas de nuestra vida eficazmente.

A lo largo de nuestras vidas pasamos por varias experiencias, unas buenas, otras no tan buenas, y otras más que nos han marcado la vida haciendo que todo lo que nos acontece esté fuera de control y se convierta en "incontrolable".

Yo creo que los pensamientos se pueden convertir en un egregor u ente energético capaz de manipular y transgiversar la realidad y, hacerte ver las cosas según su interés. A estos egregores mentales yo a veces les llamo demonietes y los hay a montones y de toda índole.

¿Está predeterminado nuestro destino?

Existe una creencia muy arraigada de que sólo Dios conoce nuestra misión en nuestra vida, y sólo él nos tiene un camino ya destinado, cuando realmente no tomamos en cuenta de que Dios también nos dotó de un Libre Albedrío, de la Capacidad de Pensar y de tomar decisiones en la vida.

La incertidumbre de lo que el destino tiene preparado para ti, te convierte en una persona que no sabe lo que quiere, y realmente para qué saberlo si ya existe un Plan Divino que debes seguir. Asumir esa postura en la vida te limita todo tu potencial y más que "vivir", sólo "sobrevives".

El Poder de los Pensamientos

El Poder de los Pensamientos es ilimitado, la historia se ha encargado de mostrarnos personas que, ante las situaciones más adversas, lograron hacer realidad sus sueños, y no fue debido a que tuvieran una características superiores a los demás, simplemente aprendieron a utilizar sus pensamientos para lograrlo.

El acto de "pensar" es algo que damos por hecho, miles y miles de pensamientos llegan continuamente a nuestra mente en cuestiones de segundos, y como es algo que siempre ha funcionado así, nunca nos hemos detenido a considerar cómo es que funciona cada pensamiento.

Primero que nada, debes comprender que nadie te ha enseñado a pensar, porque ya es algo que traes desde que naces (a menos que tengas una disfunción cerebral), por lo que, al no tener control de tus pensamientos, reaccionas ante cualquier evento, sin razonar, porque piensas que la vida es así.

Cuando pasamos la vida "reaccionando" ante cualquier circunstancia, aparece la depresión, la angustia, la desesperación, la desesperanza, la tristeza, la frustración, el enojo, la culpa, el rencor... entre muchas otras emociones negativas.

Y.… ten por seguro que todas esas emociones no te van a llevar a lograr tus objetivos en la vida, ni a tener buenas relaciones, ni a tener la calidad de vida que siempre has deseado, ni un estado óptimo de salud... ¡te llevan a una prisión mental! Has perdido el poder de los pensamientos.

Como responder positivamente a las distintas situaciones diarias

Si en cambio "respondemos" a lo que nos acontece en la vida, el resultado es totalmente opuesto. Al responder, hay primero un razonamiento... producto de un previo cuestionamiento: "¿qué opciones tengo?", "si tomo esta acción, qué resultado voy a obtener", "¿qué me gustaría obtener de esta situación tan desagradable?", "¿cómo puedo salir menos afectado?", etc. Todos estos cuestionamientos son el resultado de utilizar el poder de los pensamientos para tomar mejores decisiones, y aunque no siempre exista calma en nuestra mente, hay que buscarla y hacerle a la mente preguntas. Las respuestas llegan por sí solas en el momento menos esperado: así funciona la mente.

Hay muchas cosas en la vida que definitivamente no tenemos control sobre ellas, como la muerte de un ser querido, un terremoto, un acto terrorista, el clima, las creencias de mis padres, la paz mundial, etc., pero si tenemos control sobre la forma en la que vamos a responder ante esas situaciones.

 

El poder de los pensamientos y... las matemáticas

Por ejemplo, veamos como ejemplo el poder de los pensamientos a través de un ejemplo de una operación aritmética.

  • El resultado que quiero obtener es un número 4. (Esto es comparable a la meta que tengas en tu vida).
  • Las circunstancias me proporcionan un 2.
  • Tengo entonces la operación: 2 + _? = 4.
  • La otra parte de la operación va a ser el número que yo elija para obtener el resultado deseado, y sobre la cual soy totalmente responsable para obtener el número 4.
  • Si de acuerdo a la forma en la que reacciono, sin tomar en cuenta que mi objetivo es obtener un 4, le añado a mi operación un 3 , el resultado será un 5, y no un 4.
  • Si le añado un 1, el resultado será un 3.
  • Si enfoco mi atención en el número 4, que es el resultado que quiero, voy a usar mis pensamientos para ver la forma en conseguir un 2, no puedo distraerme ni usar excusas para no tener un 2, yo asumo mi responsabilidad por ese 2 y voy a tomar acciones para lograrlo.

Al lograr mi meta, tengo como resultado:

  • Mi meta inicial fue un 4.
  • Las circunstancias me ofrecen un 2.
  • Uso mi pensamiento para obtener un 2.
  • Y así YO CONTROLO EL RESULTADO QUE DESEO: 2 + 2 = 4.

Controlar o tener el poder de los pensamientos no te convierte en un Todopoderoso, sólo Dios lo es, pero si te hace ser responsable de tus acciones y lograr el enfoque sobre lo que deseas.

Recuerda, siempre que te encuentres en una situación fuera de control, detente y usa tu mente: ¿qué estás pensando?, si no estás pensando lo que quieres pensar para lograr tu objetivo NO aceptes esos pensamientos, cámbialos por aquellos que SI quieres tener.

Se persistente... y no desistas hasta que tengas el Control de tus Pensamientos, ¡¡¡sólo así tendrás el control de tu Vida!!!

Aprovechar la energía mental

Piense en esto: malgastamos nuestra energía personal. Las preocupaciones, el malhumor, los pensamientos negativos... nos matan la energía personal. Al cabo del día, en vez de tener brillo en la mirada, transmitir viveza en los ojos, nuestro aspecto da señales inequívocas de cansancio... mostrándonos ante los demás cansados, abatidos y tristes.

¿Sabe por qué? Pues porque desde la mañana, desde que nos hemos despertado, nuestra mente ha estado ocupada "cultivando" pensamientos que la agotan, "premiando" las preocupaciones, fomentando el pensamiento negativo sobre terceros y sobre uno mismo. En pocas palabras: desperdiciamos nuestra energía mental.

Tomar las riendas de nuestros impulsos emocionales

Recordemos que para tener energía mental debemos practicar la técnica de "pensamientos opuestos" a pensamientos negativos. También tomar la rienda de nuestros impulsos emocionales a través del control y desarrollo de nuestra inteligencia emocional.

La fórmula es:

AUTOCONTROL EMOCIONES + AUTOMOTIVACIÓN PERSONAL +EMPATÍA =

= Control de nuestros impulsos emocionales=

= + ENERGÍA MENTAL

La energía mental se cultiva. Prueba a cultivar tu energía mental y observarás que tu mente se hace cada vez más fuerte y equilibrada, más despierta e inteligente.

He aquí algunas actividades que te ayudarán a aplicar la triple fórmula.

  • El Yoga es un gran aliado para el autocontrol de nuestras emociones. Su práctica quizás sea compleja para aquellos que no lo han practicado nunca. Sin embargo, es más fácil la respiración y la relajación. Practícala. Controla la respiración abdominal mientras realizas el autocontrol de tus emociones.
  • Cumple con tus obligaciones con tu familia y en el trabajo. Pasa tiempo con los tuyos: tu familia y tus buenos amigos. Practica la compresión, el afecto y el cariño, mientras pienses en la fuerza de la empatía. Practica la risa.
  • Cuida tu alimentación y tu salud. Tu cerebro debe estar siempre a punto y en las mejores condiciones. Una alimentación saludable, rica y variada. Practica ejercicio y todo lo que a tu salud en general y a tu cerebro en particular le convengan.
  • Lecturas positivas. Ver... Frases Motivadoras. Y Libros de autoayuda y motivación.

Palabras que curan. Por qué los pensamientos negativos pueden enfermar y por qué las palabras pueden resultar terapéuticas

Desde que éramos chicos, nuestras madres nos curaban de los golpes con una caricia y la frase mágica "sana, sana, colita de rana", nuestras tías y abuelas siempre tenían un "tecito" especial para el dolor de panza o de cabeza, y ya en el colegio aprendimos a cruzar dedos, hacer nudos y ponernos ropa "que nos trae suerte" antes de un examen o una negociación conflictiva.

Creemos firmemente que estos conjuros nos ayudan a disipar el dolor y salir venturosos de situaciones difíciles. Y también evitamos pasar por debajo de una escalera, esquivamos a los gatos negros, si nos dan un número preferimos que no sea el 13 y ni hablar de romper un espejo: ¡son siete años de desgracia! En esto no creemos. Pero, por las dudas.

En el imaginario popular, ciertas circunstancias, objetos, palabras y pensamientos están infundidos de poderes e intencionalidades (a veces benignos, y otras maléficas), que recaerán indefectiblemente sobre nosotros. Se podría pensar que este tipo de ideas son típicas de las personas con baja formación cultural. Sin embargo, el que esté libre de ellas, ¡que tire la primera piedra!

La ocurrencia de rituales y supersticiones es casi universal. Los rituales son aquellas cosas que hacemos habitualmente y que, a diferencia de la rutina, nos reconfortan y nos dan seguridad (por ejemplo, hay quien se ducha antes de acostarse y quien lo hace cuando se levanta).

En cuanto a las supersticiones, la mayoría se originaron en tiempos inmemoriales y tenían una función social. Por ejemplo, el hábito de apoyar el salero en la mesa y no pasarla de mano en mano tiene su origen en que la sal era utilizada como moneda de cambio y entonces derramarla era un sacrilegio.

Del mismo modo, los condenados a la horca pasaban antes por debajo de una escalera. Presagio de muy mala suerte en su momento. Pero ¿por qué perduran estas ideas en la sociedad actual?" Las supersticiones son estados anímicos en los que se generan creencias a las que, aun siendo contrarias a la razón, se les otorga crédito", señala el terapeuta Enrique Novelli, de la Asociación Psicoanalítica Argentina.

Más que en explicaciones lógicas, este crédito está fundado en vivencias afectivas. Y así objetos, animales, personas, palabras y actos se consideran promotores de suerte y bienestar, o de calamidades.

El psicoanálisis, mediante el estudio de las obsesiones, ha descubierto que "la esencia de las supersticiones es el efecto de la represión que, al recaer sobre un impulso generador de un afecto cualquiera, genera angustia", señala el especialista.

Una vez que la angustia irrumpe en la conciencia, las razones que la provocaron se diluyen. Y cuando se intenta darle una explicación, generalmente la asocia a situaciones, actos y palabras. De este modo, esas circunstancias o cosas pasan a considerarse peligrosas, es decir, promueven estados de angustia.

 "Es como si funcionáramos con dos pensamientos -grafica Novelli-. Por una parte, está el pensamiento racional, y por otra, los restos de ese pensamiento arcaico, de carácter mágico. El primero se ajusta a la lógica formal, en tanto el segundo queda adherido a las vivencias y las sensaciones que ellas promueven y que son las que le otorgan credibilidad. "

 La medicina conoce desde sus inicios el poder del efecto placebo (que en algunos medicamentos, como las drogas para combatir la disfunción sexual, pueden explicar hasta el 50% del éxito de un tratamiento) . Y hoy, desde la psiconeuroinmunología, muchos malestares se podrían explicar por las conexiones nerviosas que generan los pensamientos negativos y terminan provocando una baja en las defensas, lo que a su vez facilita la aparición de la enfermedad.

 Pero, así como hay pensamientos que enferman, la palabra, en un contexto de contención, es terapéutica. Algunas investigaciones en neurociencias descubrieron, por ejemplo, que quienes se analizan y trabajan con el poder de la palabra logran cambios químicos en las sinapsis (conexiones en las neuronas).

 Sigmund Freud tenía razón: hay palabras que curan y pensamientos que matan.

 

El efecto nocebo y los tabúes

Las supersticiones, como tales, están muy relacionadas con los tabúes. Un trabajo del antropólogo Claude Lévi-Strauss demostró claramente su efecto al documentar cómo aborígenes se enfermaban y hasta morían luego de consumir un animal prohibido. El poder del tabú, muy relacionado con el llamado efecto nocebo (como su nombre lo indica, es contrario al placebo), se presenta en aquellas personas que creen que están haciendo algo que las va a dañar, y están inmersos en una cultura que también lo cree.

Esto explica el poder de la sugestión y de prácticas como el vudú. En la actualidad y en la cultura occidental, es posible reconocer este efecto en el pensamiento infantil; por ejemplo, cuando un niño se golpea le dice "mala, mala" a la mesa u objeto con el que se golpeó. "Ese pensamiento mágico animista es la razón por la que las supersticiones y el carácter siniestro de algunas cosas se transmiten y perviven a través de las épocas y de las generaciones" , explica el psicoanalista Novelli.

 "Cuando sientas que el mundo se cae, no te detengas, continúa y sigue luchando por aquellas cosas que tu mente, tu corazón y tu fe dicen que continúes...

 Pase lo que pase, nunca te detengas." Los pensamientos viciados e indeseados que, en algunas ocasiones, os persiguen y disgustan, no son vuestros.

 Son fórmulas que flotan en el inconsciente colectivo y que,

 por múltiples posibles razones, entran en vuestro circuito

 mental - cerebral. A veces, son simplemente como burbujas aéreas (los llamados pensamientos - forma de un determinado tipo y patrón de frecuencia) con el contenido relacionado (aunque remotamente) con el curso de vuestros propios pensamientos, emociones o actividades físicas. Otras veces, lo que les atrae es vuestro miedo. Cuando teméis algo, estáis pensando en ello, fijándoos (aunque vaga o tenuemente) en sus contornos y estableciendo un pasillo magnético por donde fluye y es atraída hasta vosotros la forma-pensamiento que así habéis alimentado. Esos pensamientos vuelven siempre, ganando definición y fuerza, en la medida del temor que acumuláis. En esas ocasiones, respirad profunda y serenamente - despacio - y apelad y uniros a vuestro dios interno, a la luz de vuestra alma. No debéis consumiros de angustia ni dramatizar ninguna de esas situaciones y, si, adquirir el hábito de sustituir esos pensamientos por otros de orden más elevado, preferentemente de un carácter más abarcante y universalista. En esos momentos, llamad a vuestros pensamientos generosos y tentad eximiros de todo tipo de autocentramiento. No tenéis que torturaros ni auto-castigaros, en un desgaste continuo e infructífero de energías, por los pensamientos indeseables que os puedan perseguir; tampoco debéis dar vueltas constantemente al pasado y alimentar cualquier pensamiento - sentimiento de mórbida culpa. Eso no es saludable ni equilibrado y actúa como fuerza de retención que os inhibe de caminar positiva y evolutivamente. Supone tejer una maraña que os enreda y aprisiona, nublando vuestro discernimiento sin traeros ningún beneficio. Evidentemente, ésto no significa hacer apología o aprobar la ligereza, la incongruencia o la irresponsabilidad en los procedimientos (subjetivos u objetivos). Tenemos el deber de intentar ordenar y disciplinar nuestro pensamiento y, de hecho, es importante considerar y medir muy bien dónde, cómo o si podemos reponer el orden en aquello en que faltamos.

 Donde haya remedio, debemos actuar resolutamente en conformidad. En lo que fuera irreparable, debemos establecer con firmeza el propósito de, en el futuro, hacerlo mejor, lo mejor que esté a nuestro alcance. Y esto es todo. Hermanos Míos, vosotros podéis vencer el miedo y las angustias. Para eso, debéis ser valientes y confiar en la vereda y en la meta de un camino abierto al bien-querer.

 Si vuestra intención fuera correcta, la Ley trabajará en vosotros, reorientándoos y corrigiendo vuestro camino. ¿Cómo y de qué recelar? ¡Confiad!

 De verdad, limpiaréis vuestro horizonte y redimiréis vuestra conciencia si cultiváis el propósito de estar atentos a las oportunidades de hacer bien, de ser útiles y disponibles, momento a momento.

 Mirad en frente: ¡mañana, no habrá nubes en el cielo!...... ...

-Pavnet- Algunos de los principales indicios son: *  Una tendencia a pensar y a actuar espontáneamente, en lugar de hacerlo basado en los miedos aprendidos 

de experiencias pasadas. *  Una habilidad de gozar cada momento. *  Una pérdida de interés en juzgar a otros

o en interpretar como mal intencionadas, 

sus acciones. *  Una marcada pérdida de interés 

en mantener o alimentar un conflicto. *  Una notable disminución de la habilidad de preocuparse por lo que no se puede cambiar. *  Episodios frecuentes e intensos de aprecio. *  Repentinos ataques de placer por sentirse conectado con otros y con la naturaleza. *  Accesos incontrolables de sonrisa. *  Una tendencia creciente a dejar que las cosas sucedan en lugar de hacerlas suceder o tratar de impedirlo. *  Una aumentada susceptibilidad al amor ofrecido por los demás, con un deseo incontrolable de extenderlo a otros. 

Es conocido por los científicos que sólo empleamos un porcentaje mínimo de nuestras capacidades mentales. Parece como si nuestra energía mental estuviera esperando a que algo la activara. Nuestras rutinas y pensamientos negativos atrofian nuestra actividad mental en círculos viciosos. Nuestra mente es algo maravilloso. Personas sencillas logran habilidades prodigiosas... No te autolimites.

"Los clarividentes cogen, sin que para ello intervengan los sentidos, los pensamientos de otra persona. Perciben, asimismo, los acontecimientos más o menos alejados en el espacio y en el tiempo. Esta facultad es excepcional. No se desarrolla sino en número muy pequeño de individuos, pero existe en estado rudimentario en muchas personas. Se ejerce sin esfuerzo y de manera espontánea. Resulta muy sencilla para los que la poseen. Les procura, de ciertas cosas, un conocimiento más seguro que el que obtienen por medio de los órganos de los sentidos. Les resulta tan sencillo adivinar los pensamientos de una persona, como analizar la expresión de su rostro. Pero, ver y sentir, son palabras que no expresan exactamente lo que ocurre en su conciencia. No miran ni buscan: saben".

Personas con energía positiva

En la España rural de hace sesenta años, existían los curanderos. No lo sé por terceras fuentes. Me lo contaba mi propia madre porque era mi propia abuela - tuvo once hijos todos ellos sanos- tenía "poderes" la que curaba males, dolencias y enfermedades.... Nunca la creí más allá de las concesiones derivadas de la simpatía que despertaba mi abuela en mi, un nieto, entre muchos. Lo cierto es que decenas de personas de mostraban agradecidas por estos oficios.

Hace escasamente unos meses, un familiar muy allegado, universitario y escéptico fue a ver a una curandera para que le viera un herpes. El caso es que el herpes desapareció. El tema fue tan comentado en el círculo familiar que casi toda la familia la acabó visitando. La señora simplemente afirmaba tener "energía". Aplicaba sus manos y curaba. Toda la familia, jóvenes mayores, escépticos, salieron convencidos de que la señora tenía la “energía" que decía.

Actividades propuestas:

5 Primeros días: respirar bien y relajarse. Hacer una lista de tus puntos positivos y negativos

Días siguientes: cuidar tu alimentación. Tomar alimentos con antioxidantes y vegetales. Una dieta mediterránea rica y diversificada.

Enlaces:

  • Ser positivo
  • Pensamientos negativos
  • ¿Por qué ser positivo?
  • Cómo pensar en positivo

 

CRITERIOS DE SALUD MENTAL SEGUN LA T.R.E.C.

1.- INTERÉS EN SI MISMOS: Las personas sensatas y sanas emocionalmente suelen interesarse en primer lugar por sí mismas, y colocan sus propios intereses al menos un poco por encima de los intereses de los demás. Se sacrifican hasta cierto punto por aquellos a quienes quieren, pero sin que esto les anule.

2.- INTERÉS SOCIAL: El interés social es racional y positivo, porque la mayoría de las personas optan por vivir y divertirse en una comunidad y grupo social; si no actúan moralmente, protegen los derechos de los demás, y favorecen la vida en sociedad, es poco probable que lleguen a crear esa clase de mundo en el que ellos mismos puedan vivir cómoda y felizmente.

3.- AUTODIRECCIÓN: La gente sana asume la responsabilidad de su vida a la vez que coopera con los demás. Este tipo de personas no piden ni necesitan demasiada ayuda de los otros.

4.- ALTA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN: Los individuos racionales se otorgan a sí mismos y a los demás el derecho a equivocarse. Se abstienen de condenarse o de condenar a otros como personas, por un comportamiento inaceptable u ofensivo, incluso aunque les desagrade mucho su propia conducta o la de los demás. Las personas que no se atormentan por un fuerte distress emocional, siguen la línea de St. Francis y Reinhold Niebuhr, cambiando las condiciones adversas que sean susceptibles de modificarse, y aceptando las que no pueden cambiarse, y teniendo la sabiduría de diferenciar las dos cosas.

5.- FLEXIBILIDAD: La gente sana y madura suele ser de ideas flexibles, abierta al cambio, pluralista y no fanática cuando emite opiniones sobre los otros: No dictan reglas fijas y rígidas para sí mismos ni para los demás.

6.- ACEPTACION DE LA INCERTIDUMBRE: Los hombres y mujeres sanos aceptan la idea de que vivamos en un mundo de probabilidades y en continuo cambio, donde no existe la certeza absoluta y probablemente nunca existirá. Se han dado cuenta de que vivir en este mundo de incertidumbres y probabilidades no es horrible, y a menudo resulta fascinante. Les gusta que haya un orden, pero no exigen saber con exactitud lo que les deparará el futuro, y qué les puede llegar a suceder.

7.- COMPROMETERSE EN OCUPACIONES CREATIVAS: Para la mayoría de las personas resulta saludable y satisfactorio el implicarse de forma vital en algo fuera de sí mismos, y a poder ser tener al menos algún interés creativo. En ciertos individuos este interés es de tipo humanitario, y lo consideran tan importante, que organizan a su alrededor buena parte de sus vidas.

8.- PENSAMIENTO CIENTÍFICO: Los individuos sanos tienden a ser más objetivos, científicos y racionales que los que tienen alguna alteración. Son capaces de tener sentimientos profundos y de actuar correctamente, pero también regulan sus acciones y emociones reflexionando sobre ellas y evaluando sus consecuencias según les lleven a conseguir metas a corto o largo plazo.

9.- AUTOACEPTACIÓN: Las personas sanas se alegran de estar vivas y se aceptan a sí mismas simplemente por el hecho de vivir y tener la capacidad de divertirse. Rechazan la idea de medir lo que valen por sus logros externos o por lo que los demás piensen. Han elegido aceptarse a sí mismas incondicionalmente, e intentan no evaluarse. Prefieren divertirse más que ponerse a prueba.

10.- ASUMIR RIESGOS: La gente sana emocionalmente tiende a arriesgarse e intentar hacer lo que pretenden, incluso cuando hay muchas probabilidades de que fracasen. Son aventureros, pero no temerarios.

11.- HEDONISMO DE LARGA DURACIÓN: Las personas bien adaptadas aspiran a conseguir los placeres del presente y del futuro, pero no suelen sacrificar el mañana por el bienestar pasajero de un momento. Son hedonistas, esto significa que buscan la felicidad y evitan el dolor, pero tienen asumido que no van a vivir eternamente y que es mejor pensar a la vez en el hoy y en el mañana, sin obsesionarse con las gratificaciones inmediatas.

12.- ANTIUTOPIA: La gente sana acepta el hecho de que las utopías son inalcanzables y de que nunca conseguirán todo lo que quieren, ni podrán evitar todo el dolor. Piensan que es poco sensato esforzarse por alcanzar el placer, felicidad y perfección totales, o la total falta de ansiedad, depresión, descontento y hostilidad.

13.- La propia responsabilidad de sus alteraciones emocionales: Los individuos sanos aceptan la gran parte de responsabilidad que tienen en sus propias alteraciones, en lugar de echar la culpa de forma defensiva a los demás o a las condiciones sociales, por sus conductas, pensamientos y sentimientos autodestructores.