Neville Goddard

 

LA IMAGINACIÓN CREA LA REALIDAD

 

 

Tu propia maravillosa imaginación humana es el poder creativo real de Dios dentro de ti. Es tu Salvador. Si tuvieras sed, el agua sería tu Salvador. Si necesitaras trabajo, el empleo sería tu Salvador. Tu imaginación es el poder para salvarte de cualquier circunstancia en la que ahora te encuentres. Puedes experimentar el deseo de tu corazón mediante el uso de tu imaginación. Nada es imposible para tu imaginación.

Tu imaginación es ilimitada en lo que puede realizar y lograr. Si puedes imaginar algo, puedes realizarlo y lograrlo. Déjame darte un ejemplo. Si fueras incapaz de caminar y estuvieras confinado a una silla de ruedas, podrías cerrar los ojos e imaginarte a ti mismo corriendo por la playa o caminando a través del agua. Si te imaginaras haciendo esto hasta que [la escena] tomara los tonos de la realidad, podrías lograr una curación que te permitiría realmente caminar o correr.

La manera de usar tu imaginación creativamente es la siguiente. Relájate en una silla o sobre una cama y cierra los ojos. Primero determina qué es lo que deseas experimentar. Luego, en este estado de completa relajación, trae a la mente el resultado final de lo que sea tu deseo. En otras palabras, si, por ejemplo, estuvieras buscando un ascenso en el trabajo, el resultado final podría ser que gente te felicitaría por tu ascenso. O que podrías cambiarte a una oficina más grande. O bien que podrías disfrutar de un aumento de sueldo. Toma cualquiera de estos acontecimientos y, con los ojos cerrados, escucha realmente a tus amigos felicitarte por tu ascenso. Siente sus manos estrechando la tuya mientras te dicen lo felices que están por ti. Al sentir realmente que estás siendo felicitado, tu imaginación se pondrá a trabajar para producir ese estado en tu mundo externo. No necesitas preocuparte por cómo se realizará esto. Tu imaginación usará cualquiera y todos los medios naturales que sean necesarios para llevarlo a cabo. “Yo soy el principio y el fin”. “Mis caminos son inescrutables”. Lo que hagas en la imaginación es un acto creativo instantáneo. Sin embargo, en este mundo tridimensional, los acontecimientos aparecen en una secuencia de tiempo. Por lo tanto, a lo que acabas de experimentar en la imaginación le puede llevar un pequeño intervalo de tiempo realizarse en el mundo exterior.

Después de haber ejecutado este acto en tu imaginación, abre los ojos y ocúpate de tus asuntos normales y naturales, con la seguridad de que lo que has hecho debe fructificar en tu mundo. Haz que tus conversaciones internas se ajusten a (o estén en armonía con) tu acto imaginario. Has plantado una semilla y pronto verás la cosecha de lo que has sembrado.

Cuando entres en tu imaginación, asegúrate de que realmente estás ejecutando la acción, oyendo las palabras, tocando el objeto, u oliendo el aroma en tu drama auto concebido.

Lo que haces en tu imaginación no es meramente un sueño despierto en el que ves acontecimientos en el ojo de tu mente. Debes entrar en el sueño como si realmente estuvieras allí. Debes hacer del “luego” el ahora y del “allí” el aquí. Para dejar esto perfectamente claro, imagina lo que experimentarías conduciendo un coche nuevo después de haber logrado tu objetivo [de manifestarlo]. En ese caso, no sólo verías un coche nuevo en el ojo de tu mente. Debes entrar realmente en el sueño.

Siéntete sentado detrás del volante. Huele el olor a nuevo del interior. Siéntete disfrutando de un cómodo paseo. Siente la felicidad que sería tuya después de cumplir tu sueño.

Lo que experimentes en la imaginación es un acto creativo real. Es un hecho en la cuarta dimensión del espacio y hará su aparición en este mundo tridimensional tan seguro como que plantar una semilla dará lugar al crecimiento de una planta en particular. Una vez que hayas plantado esta semilla en tu imaginación, no la arranques estando ansioso por cómo se llevará a cabo. Cada semilla tiene su propia hora señalada. A algunas semillas les lleva unos días; a otras un poco más. Estate seguro de que lo que has plantado aparecerá en tu mundo. Tu imaginación atraerá todo lo que necesite para hacer de tu sueño una realidad concreta. Si es necesario que otras personas entren en escena con el fin de que se realice tu deseo, tu imaginación atraerá a esa persona a tu drama para que desempeñe su parte en la secuencia de los acontecimientos. Tu única responsabilidad es permanecer fiel a tu acto imaginario hasta que lo experimentes en tu mundo externo. Puedes repetir tu acto imaginario todas las noches antes de quedarte dormido. De hecho, puede que desees representar este drama una y otra vez hasta que se sienta normal y natural para ti mientras te dejas caer al sueño. Tu imaginación elaborará los medios para realizar tu sueño mientras tu mente consciente duerme.

Trae a escena a tus cinco sentidos cuando estés llevando a cabo tu actividad

imaginaria. Realmente oye la voz de un amigo felicitándote o siéntete abrazando a esa persona. Si quieres un piano nuevo, pasa tu mano sobre la madera suave, toca las teclas, y escucha el sonido. Si quieres recibir una docena de rosas, huele de verdad la fragancia [de las rosas] y siente el tacto de sus pétalos aterciopelados.

Por último, debes ser persistente en el logro de tu deseo. Continúa imaginando lo que quieres hasta que realmente lo hayas obtenido. No haces nada más para obtener tu deseo. Si es necesario tomar algún tipo de acción, serás llevado a hacerlo así de una manera normal y natural. No tienes que hacer nada para “ayudar” a producirlo.

Recuerda que es Dios mismo quien está haciendo el trabajo y Él sabe exactamente cómo lograrlo. Si piensas en tu deseo durante el día, da las gracias de que ya sea un hecho consumado – ¡porque lo es! Sueña mejor que lo mejor que sepas.